Los invito a recorrer la capital del país, con su Cerro y su Fortaleza, siempre atentos vigilan una ciudad y un puerto que marcaron nuestra historia. Desde el Cerro hasta Carrasco con sus huellas de identidad. La vida colonial de la Ciudad Vieja, el candombe de barrio Sur y Palermo, el Prado y su atmósfera de Belle Epoque, el Cerro y la Teja con sus recuerdos de una vida obrera y solidaria, la rambla que une un conjunto de barrios que nacieron mirando al río, y un sin fin de espacios de los cuales aprender y disfrutar..
Un diamante que está ubicado en el centro del territorio de la República. Tierra que fue testigo de historias heroicas, aquellos pagos que vieron nacer a enormes figuras de nuestro país, como el primer presidente del país Fructuoso Rivera o la poeta Celestina Andrade. Famosa por su fiesta de las Llamadas que cada febrero recibe a 30 mil visitantes que disfrutan al son del candombe.
Un diamante que lleva por nombre un relieve de su propia geografía. Una zona de firme identidad oriental, pero que ha conversado, a lo largo de toda su historia, cara a cara con Brasil. La tierra que presenta un sinfín de encantos y que es famosa por su gran fiesta de Carnaval.
Un diamante de frontera, bastión en la resistencia del avance portugués, con caminos de tierra colorada y el portuñol como huella de identidad. Un departamento con mucho para ofrecer entre su historia, su cultura y sus diversos atractivos.
El diamante con los horizontes más abiertos y el único que en su nombre conserva una voz guaraní. Es el departamento de mayor extensión territorial de Uruguay. Posee una bella naturaleza y calma, donde su historia combina la cultura indígena y el devenir conquistador español.