La experiencia de vida de un padre que ya se había enfrentado al cáncer, pero que descubrió una nueva forma de transitarlo: compartir día a día con sus seres queridos los avances de Felipe a lo largo de su tratamiento en la Fundación Pérez Scremini. Hoy comparte el material que escribió con otras familias de pacientes para impulsarlos y acompañarlos.
Su padre, pediatra oncólogo, fue uno de los médicos fundadores de la Pérez Scremini. De niña asistió a los campamentos de la fundación, compartiendo su infancia con pacientes oncológicos. De adolescente continuó como animadora voluntaria y hoy es médica pediatra especializada en oncología.
Ingresó a la Pérez Scremini a causa de un sarcoma de PNET. De adolescente vivió una etapa como voluntaria y hoy estudia dos carreras con un solo propósito: mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes con cáncer.
Ingresó a la Pérez Scremini en 2011 por un osteosarcoma que le implicó la amputación de una de sus piernas. Fue figura en el fútbol de amputados y eligió la medicina por su especial interés en la oncología y neurología.