Digamos que quien escucha tiene que imaginar, en medio de toda esta atmósfera cargada y confusa de fin de año, el mejor episodio de todos que tampoco será este. ¿Por qué entenderlo todo?
Cuando la Tierra opaca en su totalidad a la presencia lunar, la diosa nocturna revela entonces su verdadera naturaleza: un pedregullo apagado, deslucido.
Ciertas mentiras son necesarias para soportar la inestabilidad de todo lo que es.